El tratamiento de las uñas en las manos y los pies se realiza según la naturaleza y la especificidad de su enfermedad. Existen dos grupos de enfermedades de las uñas: fúngicas y no fúngicas.
Las enfermedades fúngicas más comunes de las uñas son la onicomicosis y la candidiasis.
La onicomicosis (hongos en las uñas) ocurre cuando la placa ungueal se ve afectada por hongos dermatofitos, que pueden multiplicar la destrucción rápida de la uña. Signos de la enfermedad: 1) la aparición en las uñas de bandas o manchas redondas de colores amarillo, gris o marrón; 2) exfoliación y aumento de la fragilidad de las uñas, que no pasan con el cuidado adecuado de ellas; 3) engrosamiento de las uñas: 4) un cambio en el color y el brillo de las uñas.
La candidiasis de las uñas y los rodillos de las uñas se produce como resultado de su derrota por los hongos del género Candida. Signos de la enfermedad: 1) cambio en el estado de la lámina ungueal (exfoliación, turbidez, reblandecimiento), 2) inflamación dolorosa del rodillo de clavo, colocándolo por encima de la placa ungueal, acompañado por la liberación de pus al presionar el tejido; 3) grietas en el rodillo de clavos.
La automedicación en este caso no debe llevarse a cabo. Ante los primeros signos de la enfermedad, consulte a un especialista (dermatólogo o micólogo) que le prescribirá las pruebas de laboratorio necesarias para identificar el agente patógeno y el uso correcto de agentes antimicóticos y antimicóticos.
Para proteger las uñas de tales enfermedades desagradables, fortalezca el cuerpo y no permita que visite la piscina o el baño sin zapatos de reemplazo.
Las lesiones de uñas no fúngicas más comunes son surcos en la superficie de la placa de la uña, el haz de uñas, rebabas en las uñas. Surgen como resultado del tabaquismo, la anemia, la nutrición desequilibrada, las alergias a los detergentes, el cuidado inadecuado de las uñas y la manicura hecha incorrectamente.
El tratamiento consiste en tomar complejos multivitamínicos, incluida la dieta de alimentos ricos en vitaminas y minerales, evitar los malos hábitos, usar detergentes hipoalergénicos, usar cremas y aceites nutricionales especiales para cuidar la piel de las manos y realizar procedimientos de mejora de la salud en los salones de belleza.