En el cuerpo humano, hay muchos tipos de lunares. Difieren tanto en color como en tamaño. Con pequeñas dimensiones (hasta 5 mm) y un color estable, no deberían causarle ninguna preocupación especial. Pero si aumentan de tamaño y cambian de color, existe el riesgo de desarrollar melanoma y hay motivos para consultar a un oncólogo.
Los siguientes tipos de lunares con la edad pueden cambiar su color y tamaño, pero al mismo tiempo no causan ningún daño:
1. Hemangiomas: formaciones vasculares en la piel, ambas en forma de nódulos (lunares colgantes) y en forma de manchas planas rojas o rosadas.
2. Marcas de nacimiento planas: manchas de pigmento, formadas en las capas superiores de la piel bajo la influencia de los melanocitos. El color es ligeramente más oscuro que las pecas y bajo la influencia de la luz solar no se oscurece y ya no crece.
3. Marcas de nacimiento convexas: están formadas por melanocitos en las capas más profundas de la piel. En diámetro, pueden alcanzar hasta 1 cm y tener una superficie en forma de un tubérculo.
4. Marcas de nacimiento azules: pueden ser azules, azules e incluso marrones. En su mayoría se elevan sobre la superficie de la piel, son densos, lisos y sin pelo. Pueden tener hasta 2 cm de diámetro y se encuentran principalmente en la cara, las extremidades y las nalgas.
5. Topos gigantes pigmentados: tienen un carácter innato y aumentan con el crecimiento y el desarrollo del hombre. El color es diferente: de gris y marrón a negro. Pueden ocupar grandes áreas del cuerpo y tener una superficie plana.