Un exfoliante de sal es adecuado tanto para la cara como para el cuerpo. Debe recordarse que con una piel particularmente sensible y propensa a la irritación, es mejor no usarla. La sal tiene una maravillosa propiedad de limpieza, le da a la piel frescura, firmeza y brillo. El mejor efecto se puede lograr usando exfoliantes de sal después de tomar una ducha. Aquí hay algunas recetas:
1) Azufre a base de sal marina: mezcle la sal marina con aceite de oliva o aceite corporal cosmético y aplique sobre la piel. Deje actuar unos minutos para disolver los granos de sal, luego masajee la piel con un movimiento circular y enjuague el exfoliante con agua.
2) Frote sobre la base de sal de mesa: después de tomar una ducha, ponga 1 cucharada de sal en la palma y masajee suavemente la piel con movimientos circulares durante 2 o 3 minutos. Después del final, enjuague la sal con agua, seque la piel y aplique una crema hidratante sobre ella.