Lunares rojos



Un lunar rojo o angioma científico es un tumor benigno de origen vascular. Por lo general, independientemente de la edad del paciente, no causan gran ansiedad en los médicos. Los angiomas pueden aparecer en diferentes partes del cuerpo y tienen un rasgo característico: se vuelven pálidos cuando se presionan, y después de detener el efecto, restauran el color original.

Los lunares rojos aparecen en el cuerpo tanto a una edad temprana como en adultos. La naturaleza de su ocurrencia es actualmente poco conocida, pero sin embargo, varias causas posibles incluyen la exposición a la piel de la luz solar directa, cambios hormonales en el cuerpo, enfermedades del sistema circulatorio y el tracto gastrointestinal. Esto solo se puede detectar mediante un examen detallado del cuerpo.

Los angiomas vienen en varias variedades según la profundidad de la ubicación y el tipo de área sangrienta en la que aparecieron: capilar, venosa o arterial. Los más comunes son los angiomas de origen capilar, que consisten en los vasos sanguíneos más pequeños: los capilares. Son formaciones de color rojo o rosa de forma plana, que se elevan ligeramente por encima de la superficie de la piel y que tienen un diámetro de no más de 1 mm. También hay angiomas cavernosos o cavernosos, que son un tumor bastante grande, que consta de varios procesos densamente ubicados entre sí. Además, se distinguen las formas nodulares, pineales, ramificadas y planas de tumores y hemangiomatosis: una gran formación que cubre extensas secciones del canal sanguíneo (por ejemplo, en la parte posterior o en toda la longitud del antebrazo).

Como regla general, si las marcas de nacimiento rojas no causan ninguna molestia en la vida cotidiana y no aumentan de tamaño, los médicos no recomiendan eliminarlas. Si aún decide esta acción, solicite ayuda de especialistas altamente calificados que le recomendarán el método más adecuado. Distinguir los siguientes métodos de extracción y tratamiento: láser, criogénico, infrarrojo o coagulación liviana de los vasos, terapia de rayos X, escleroterapia y diatermocoagulación del lecho vascular. La forma más segura e indolora es eliminar lunares rojos con un dispositivo láser. Para una mejor efectividad, los procedimientos de tratamiento se complementan con la ingesta de medicamentos hormonales.